"Juan apareció en mi Facebook con sus silenciosos likes cada vez que yo publicaba mis
pequeñas historias. Poco a poco empezó a introducir comentarios de admiración.
No decía nada especial pero cada vez que abría mi página y veía su icono se me
dibujaba instantáneamente una sonrisa que me tocaba el alma. ¿Sabes de esa
felicidad inexplicable que no te importa saber de dónde viene pero que deseas
que no se vaya nunca…?, así me sentía cada mañana. Un día usó el canal privado
para mostrarme su admiración por mi forma de contar las historias y me animó a
que siguiera escribiendo. Hay magia en tus palabras, me dijo. Lloré por dentro
de emoción".
No hay comentarios:
Publicar un comentario