MIS HISTORIAS

Mis historias

DESDE MI VENTANA/ DICIEMBRE

EN SENTIDO INVERSO DEL FINAL AL PRINCIPIO, TODA LA HISTORIA

miércoles, 29 de marzo de 2017

DICIEMBRE 40

"Parecía ser que mi padre persiguió un sueño que mi madre, sorprendida por la enfermedad y una muerte prematura, no pudo cumplir. En esas idas y venidas que le tenían durante horas fuera de casa, estaba creando una empresa relacionada con el mundo de la confección. La idea se alejaba del taller que mamá tenía en casa y que sostenía la economía de nuestro hogar. La nueva empresa -según mi padre, idea de mi madre- consistía en recoger ropa de segunda mano para sacarla al mercado en forma de ropa vintage previo paso por las máquinas de limpieza y secado y del taller de costura. Había montado un taller a las afueras del pueblo y estaba vendiendo la ropa a mayoristas, pero su siguiente paso era montar una boutique con un toque de vanguardia. 
Escuchar a mi padre hablar de esto era como escuchar a un niño hablar de los valores bursátiles, ¡era tan extraño! Él con su personalidad casi autista, poco o nada hablador, prácticamente nulo en relaciones sociales y resultaba que se había convertido en un hombre de negocios y tenía una decena de empleados a su cargo. Y todo esto teniéndonos a mi hermana y a mí totalmente al margen. No entendía nada. Paró de golpe y dio un giro a la conversación. ¿Crees que podría interesarte colaborar y formar parte de esto? No tuve respuesta. Mi sorpresa inicial comenzó a mudarse en enfado y frustración. No podía creerlo. Tanto tiempo esperando a que compartiera conmigo sus inquietudes… Era tarde".

martes, 28 de marzo de 2017

DICIEMBRE 39

"Dando los últimos retoques a mis preparativos para la marcha inminente apareció mi padre en mi habitación. Hablemos, dijo. Empezó su conversación como habituaba -las pocas veces que hablábamos. Una sola palabra solía ser su punto de arranque. Otras veces era un “Sentémonos”. A su “hablemos” le acompañaba su acostumbrada mirada sombría y su inexpresivo rostro. Tú dirás, le contesté, sabiendo que la conversación no daría para mucho. Me quedé paralizado, habló sin parar durante más de media hora. No se puede decir que fuera una conversación pues era más bien un monólogo, pero tanta verborrea en mi padre era una situación totalmente novedosa. Primero comenzó hablando de lo importante que era para él el proyecto en el que estaba metido. Ya era hora, pensé, que compartiera algo de lo que le tenía absorbido desde que murió mi madre. No osé interrumpirle. Temía que se rompiera la magia y volviera a enmudecer otros cuatro años". 

lunes, 27 de marzo de 2017

DICIEMBRE 38

"Isaac volvió a buscarme para estudiar y trabajar juntos. Me enteré, y no por él, que lo había dejado con su novieta; una chica que ni me presentó y a la que traía loca porque un día la trataba como una princesa y al siguiente la evitaba sin disimulo. A mi amigo le pasaba algo y a mí se me estaba escapando. No podía lograr conectar con él. Esa relación que surgió casi sin intención, y que nos convirtió prácticamente en hermanos, se había tornado inquietante, vana y superficial. Lamentaba perderlo. Sin embargo, me resultaba imposible acortar la desmesurada distancia que él y solo él había impuesto entre nosotros.

Cierto día que estudiábamos juntos - juntos sí, pero sin la complicidad de otros tiempos- comenzó a hablar como para sí. Parecía estar solo. No supe reaccionar. Su monólogo era triste, monótono, incluso disperso. Iba de un asunto a otro y no buscaba respuesta, era unidireccional. Mis padres, empezó diciendo, ellos no comprenden… Imaginé que se refería a lo de marcharnos todo el verano con una compañía de teatro -o de titiriteros, como dijo mi tía-. Después pasó a hablar de los chicos del instituto que se burlaban de él. Pensaba que ya lo había superado. De ahí saltó a nuestra amistad degradada. Ahí me puse en alerta. ¿Qué iría a decir de nuestra relación que verdaderamente había perdido mucho de su camaradería en el último trimestre? No terminaba de decir nada claro, seguía saltando de un tema a otro y no concluía ningún argumento. Mírame a la cara y cuéntame de una vez lo que quiera que te está rondando la cabeza, le solté, ya sin miramientos, pues me empezaba a cansar la situación tan irreal y absurda que estaba produciéndose".

domingo, 26 de marzo de 2017

DICIEMBRE 37

"Nervioso como estaba, me dejé llevar por una actividad frenética. Tenía que acabar el curso y aún faltaban exámenes. Confiaba en seguir en el instituto el curso siguiente, así que era importante acabar limpio y, a ser posible, con notas que me dieran cierta holgura. Ir por los pueblos con unos amigos jugando a ser actores y viviendo la vida a tope sin dejar escapar un minuto era un buen plan para el verano, pero yo tenía claro que la posibilidad de escapar del mundo que me atormentaba estaba en los libros; dejar los estudios no era una opción. Por otra parte, el tiempo apremiaba y los preparativos para la tournée no eran cosa desdeñable. ¡Nada menos que tres meses fuera de casa! Nos marchábamos justo al termino de las clases y hasta finales de septiembre no terminaba la gira. A ratos me embargaba la felicidad ante la promesa de un verano lleno de aventuras, a ratos el agobio nublaba mi alegría con alegatos de sensatez mal encarada. El grupo se iba a alojar en hostales y pensiones, pero cada uno se lo tenía que costear. Nuestra aventura no era lucrativa, apenas ganaríamos para comer y poco más. Era más bien una labor de difusión. Una campaña publicitaria de la academia para captar adeptos y generar el gusto por el teatro. Pero no pensaba dejarme abatir por cuestiones que aún no eran un problema, ya habría tiempo de ocuparse de ello. Salir del ambiente triste y sombrío de mi casa ya era un premio".

viernes, 24 de marzo de 2017

DICIEMBRE 36

"Mi hermana ni me escuchó. Fue punto posible pretender que dejara los auriculares y me dedicara unos minutos. Cuando empezó a ir al instituto pensé que maduraría, que despertaría de sus ensueños. Al contrario, se encerró más sobre sí misma. Apenas tenía amigas y a las clases iba como una zombi. Intenté hacer de hermano mayor. No funcionaba. Me veía como a un enemigo. Me dolía hasta el extremo. Habíamos sido una sola alma, un solo ser, en vida de mamá. Papá siempre fue distante y frío. Mi hermana y yo siempre supimos compensar su indiferencia. Lo que más me costaba de mi decisión de marcharme durante todo el verano era dejar a mi hermana sola con mi padre. Intenté explicárselo. Quería que supiera que no me rendía, que era algo temporal, que volvería y lucharíamos juntos. Sin embargo, ella nunca estaba disponible. Tras intentarlo en varias ocasiones opté por marcharme sin echarle cuentas. 
El otro reto era mi padre. Por esos días estaba especialmente ocupado. Andaba de un lado a otro sin parar. Cada día se marchaba más temprano y regresaba a casa más tarde. Parecía cansado, pero me atrevería a decir que casi feliz. Llegué a pensar que había conocido a alguien. No obstante, conociendo su dificultad para las relaciones sociales no resultaba demasiado probable. Imaginé el negocio le iba bien pues siempre estaba entre papeles haciendo cuentas y rellenando documentos. O eso o se estaba volviendo más huraño y se escondía tras los papeles para evitar hablar con nadie. De un modo o de otro, no hubo ocasión de hablar con mi padre. La fecha de partida llegaba y era un hecho que no habría despedidas. Ni siquiera tuve que esconderme para hacer los preparativos del viaje, tanto daba si me veían o no; simplemente no querían saber. ¿Notarían mi ausencia? Llegué a pensar que no se enterarían de mi marcha". 

jueves, 23 de marzo de 2017

DICIEMBRE 35

"Me sorprendió que me alegrara que Carlota también se apuntara a seguir la tournée del verano. A Isaac le gustó menos. No comprendí a mi amigo. Llevaba tiempo evitándome, totalmente volcado en sus idas y venidas con las chicas del insti y de la academia. De hecho, apenas me acompañaba al gimnasio y cada vez tenía más excusas para no trabajar juntos. No quise darlo importancia y, sencillamente, le dejé su espacio. Temía estar agobiándolo con mis problemas familiares. 
Opté por centrarme en los estudios y en el deporte. Cada vez salía más a correr y hasta me compré una bicicleta de segunda mano con lo poco que podía sacar de la paga que me daba mi padre para el funcionamiento de la casa. El Instituto estaba a 15 Km de casa y, aprovechando el buen tiempo que nos adelantó la primavera, empecé a ahorrarme el dinero del autobús yendo en bicicleta a clase. Y sin embargo, mi colega, que en los últimos tiempos parecía rehuirme, se disgustó sobremanera porque mi compañera de reparto y de running nos acompañaría todo el verano. Me hice el loco con la reacción de mi amigo. Mi objetivo inmediato, contar en casa mi proyecto para el verano e intentar irme de casa por las buenas". 

miércoles, 22 de marzo de 2017

DICIEMBRE 34

"A mi tía Elisa le pareció un poco peregrina la idea de irme de gira como los “titiriteros” -así lo expresó ella-, pero sonrió levemente y me felicitó. Supuso, y tenía razón, que no tendría dinero para moverme durante todo el verano sin la paga de mi padre. Me ofreció su colaboración tanto económica como la posibilidad de estar en contacto por si quería o necesitaba verla. Mi orgullo siempre ha sido más grande que mi sentido común, así que rechacé su ayuda económica, aunque acepté la posibilidad de contactar con ella si me sentía solo o en problemas. No quiero irme sin conocer a mis abuelos, la solté de golpe. Pareció sopesarlo durante unos segundos. La melancolía inicial con la que se presentó el primer día que apareció en mi casa volvió a sus ojos. Se levantó suavemente, me miró con indulgencia y se marchó dándome un apretón de manos y un beso en la frente. Las cosas no son tan fáciles como parecen, dijo justo antes de cerrar la puerta tras de sí. No volví a verla en mucho tiempo".

martes, 21 de marzo de 2017

DICIEMBRE 33

"El problema que no calculé es que, al ser menor, no podía participar en la gira con la compañía de teatro sin el consentimiento y, por tanto, firma de mi padre. Tendría que falsificarla. Ya lo había decidido. Me iba a marchar, lo quisiera mi progenitor o no. Me deshice de los problemas de conciencia como el que se quita el polvo del camino. Me sacudí mi sentimiento de culpa de un plumazo. Isaac estaba pletórico. Él, como yo, comenzó las clases de la academia, buscando otro modo de evadirnos de la realidad, otro medio de espantar nuestros fantasmas. 

Resultó que los ensayos ocupaban cada vez más parte de nuestro tiempo libre; y, al menos de forma inmediata, la gira, con todo su trajín, estaría en el centro de nuestros intereses. A corto plazo, el teatro iba a formar parte fundamental de nuestras vidas. Representamos la obra en el pueblo con fines benéficos. La casa de la cultura se llenó. Los aplausos no paraban. Fue una especie de catarsis, la prueba de fuego para ver lo que se sentía actuando para un público pues nunca había salido nuestro trabajo de la academia. Me quedó claro. Me marcharía con mi amigo Isaac a recorrer los escenarios que se nos pusieran por delante". 


lunes, 20 de marzo de 2017

DICIEMBRE 32

"¿Comprenderían mi padre y mi hermana que me marchara durante más de dos meses? ¿Cómo se las arreglarían mi hermana y mi padre sin mí? ¿Me daría tiempo a conocer a mis abuelos antes de irme? ¿No sería egoísta por mi parte marcharme para pasar el verano con mi amigo haciendo lo que me hacía feliz sin importarme como quedara mi familia en casa? ¿Tenía derecho a perseguir mi sueño? Desde la pérdida de mi madre no había sentido tanta presión. Apenas me llegaba el aire a los pulmones. Yo escogí, sin proponérmelo, el papel del responsable de la familia, el guía, el administrador, el mediador… Demasiados cargos para un chaval que aún no se había despegado de sus ensueños infantiles. Demasiada responsabilidad para un crio cuya máxima aspiración era ir al cine y dar collejas a su hermana pequeña apenas un par de años atrás". 

domingo, 19 de marzo de 2017

DICIEMBRE 31

"El profesor de clase de interpretación nos solicitó una entrevista a Isaac y a mí. Pensé que nuestra falta de entrega y de seriedad nos había traído algún problema en la academia. Isaac usaba las clases para ligar y yo, simplemente, me relajaba y me dejaba llevar por el genio de mi profesor. No era una bronca lo que nos esperaba sino una propuesta para viajar por todo el país durante, al menos todo el verano, con la representación de la obra que llevábamos tiempo preparando. No supe que decir, miré a Isaac y con una breve mirada nos comunicamos. Asumimos que la idea era genial. Aceptamos. Apenas faltaba un mes para terminar el curso. No había mucho tiempo para comunicarlo en casa y ya me rondaba el peso del remordimiento. El profesor nos ensalzó, habló de nuestras cualidades naturales y nuestra facilidad para la interpretación. Decía que teníamos feeling con el escenario, que cambiábamos cuando nos metíamos en la piel del personaje. Descubrir que era bueno en algo era nuevo para mí. De repente me encontré con una meta, con un fin, con un sueño que cumplir: conquistar al público. Tener un plan a corto-medio plazo me dada una razón de ser que se mezclaba con la ansiedad que me ocasionaba contárselo a mi padre y a mi hermana". 

viernes, 17 de marzo de 2017

DICIEMBRE 30

"No hubo otro capítulo, al menos no en mucho tiempo. Mi hermana seguía rehuyéndome, incluso con más ahínco. Lo asumí y me centré en extraer información a la hermana de mi padre. Tampoco funcionaba. Las mujeres de mi familia no me estaban ayudando mucho; mi madre nos dejó cuando más falta nos hacía, mi hermana desconectó de la vida -al menos de la vida familiar- y mi tía parecía evitar que nuestra relación fuera a más de encuentros semanales con temas intrascendentes como protagonistas; por otra parte, las reuniones en la cafetería eran cada vez más esporádicas. Me estaba quedando solo. 

Cada vez que le increpaba a tía Elisa sobre mi interés por ver a mis abuelos ella zanjaba la cuestión con un “están muy mayores para sobresaltos”. ¡Vaya! Me estaba resultando un poco cargante el vivir solo para evitar dolor y angustia a los demás. A mi padre no le exigía que cumpliera con su papel de padre porque el pobre bastante tenía con haber perdido el amor de su vida, su talismán, su soporte… A mi hermana no la podía presionar para que despertara a la realidad porque estaba en una delicada línea psicológica y su equilibrio emocional pendía de un hilo. A mi tía no la debía exigir nada porque el solo hecho de haber contactado conmigo ya era de agradecer y no merecía que la agobiara con mis intereses personales. Y ¿qué pasaba conmigo?, ¿a nadie le preocupaba mi pérdida, mi niñez y juventud sacrificada, mi delicado estado emocional, mi esfuerzo por salir adelante mientras sostenía un hogar del que yo debía ser parte integrante y no motor?"

jueves, 16 de marzo de 2017

DICIEMBRE 29

"Me sentía culpable por estar ocultándole a mi hermana la aparición de la tía Elisa y de la familia de mi padre. Puede que su cabeza no estuviera para esos temas, pero tenía que intentarlo. Entré en su cuarto. Estaba escuchando música con la mirada clavada en el techo. Ni se enteró de que había entrado. Le quité el auricular y le pedí algo de atención. En contra de lo que me esperaba no se alteró ni protestó. Se me quedó mirando y dijo un “tú dirás” sin mucho entusiasmo. Comencé hablándole de los cambios que estaba introduciendo en mi vida, como ir al gimnasio, meterme en un club de pádel y las clases de interpretación en la academia “Querer es poder”. Aprovechó uno de mis silencios para meterme una cuña cargada de intención, a pesar de que parecía que no estaba interesada en nada de lo que le estaba contando. ¿Tienes novia?, me soltó a bocajarro. No sabía si lo decía por decir o tenía sospechas. En mi mente empezaron a dar vueltas las citas con la hermana de mi padre en la cafetería del instituto o las salidas a correr por las instalaciones deportivas del municipio con Carlota, una compañera de las clases de interpretación que cantaba a lo Britney que alucinabas. Es un poco mayor para ti, no crees, es lo siguiente que dijo. Me quedó claro a quien se refería. La expliqué que ese era el tema del que quería hablarla, pero se dio media vuelta se puso los cascos y me lanzó un “eso ya para otro capítulo hermanito”. Desolado es poco decir, me quedé desconcertado".

miércoles, 15 de marzo de 2017

DICIEMBRE 28

"Isaac y yo nos embarcamos en una historia que no fue aprobada por sus padres y supongo que por el mío tampoco, pero no lo tuve claro porque apenas hizo un gesto cuando se lo conté. Abrieron al lado del instituto una academia de interpretación. Sin abandonar nuestros entrenamientos semanales ni nuestras sesiones de gimnasio de los sábados decidimos probar un nuevo campo, la interpretación. Lo cierto es que no nos lo tomamos demasiado en serio, solo pensamos que podía ser divertido. Acudíamos a la academia una vez a la semana. Sin apenas darme cuenta los martes se convirtieron en mi día favorito. Las clases de interpretación las llevaba un tipo estrafalario y dinámico que me cayó bien desde el primer instante. Era todo muy espontáneo, sin reglas, sin cortapisas, sin agobios, sólo un dejarse fluir y expresarse con la palabra y el cuerpo. Fue todo un descubrimiento para mí. Era justo la antítesis de lo que ocurría en mi casa. Allí todo era forzado, todo reglas, todo silencio y apatía y de sentimientos, cero. Ir a la academia se convirtió en algo adictivo. Podía faltar a las clases del insti o al gimnasio, pero las sesiones locas del profesor Roddy no me las perdía bajo ningún concepto. Las necesitaba".

martes, 14 de marzo de 2017

DICIEMBRE 27

"Mi nueva tía venía a verme cada jueves al término de las clases. A veces venía sola y otras acompañada de una gélida joven de melena castaña clara y mirada perdida. Por lo visto, era mi prima. Parecía hija de mi padre. No transmitía nada. 
Mi tía y yo hablábamos durante una hora hasta que llegaba el autobús que me llevaba de regreso a casa. Las primeras conversaciones fueron infructuosas. Yo quería saber y saber y sus respuestas apenas me aclaraban mis dudas. Ante su sosegada actitud estaba mi ansiosa necesidad, ya roto el hielo de los primeros contactos, irreprimible. Me fui tranquilizando. Las charlas empezaron a fluir con más naturalidad y me hice adicto a ellas. Deseaba con anhelo que llegaran los jueves. Por fin me dijo claramente que mis abuelos vivían. Quise verlos".

lunes, 13 de marzo de 2017

DICIEMBRE 26

"Recuperar a mi hermana era otro de mis objetivos, sin embargo, hasta que no avanzara la dichosa adolescencia, intentar hablar con ella era discutir sí o sí. Resultaba agotador pretender mantener una conversación mínimamente coherente con ella. Con familia o sin ella, a quien yo sentía como parte de mí era a mi hermana y me resistía a perderla. Mi modo de ignorarla cuando se enrabietaba y de ningunear sus problemas eran parte de una estrategia para no magnificar sus histerias y sosegar sus desproporcionadas reacciones. Caí en la cuenta que a lo mejor estaba cayendo en la actitud de mi padre y que mi hermana podía pensar que nadie se interesaba por ella. Me replanteé mi estrategia. Quizá estar más pendiente de ella la haría sentirse más querida-aunque no supiera verlo todavía- y eso la ayudaría a salir de la cápsula en la que se había metido. De un modo o de otro, tratar a Sara no era nada fácil, pero lo que realmente me asustaba era perderla para siempre". 

domingo, 12 de marzo de 2017

IMPORTANTE

QUIERO DEDICAR ESTE POST A DOS OBJETIVOS:
- EL PRIMERO, AGRADECER EL PRÉSTAMO DE TODAS LAS IMÁGENES QUE USO TOMADAS DE LA RED Y PIDO DISCULPAS SI ALGUIEN SE SIENTE OFENDIDO POR EL USO DE ALGUNA DE ELLAS. DE PASO, RUEGO QUE SI EL PROPIETARIO DE ALGUNA DE ELLAS QUIERE QUE LA RETIRE, ME LO PIDA POR PRIVADO.
- EL SEGUNDO OBJETIVO ES PEDIR QUE LOS TEXTOS DE ESTE FACE SEAN RESPETADOS Y TRATADOS COMO TEXTOS CON AUTORA, PUES SEAN BUENOS O MALOS SON PATRIMONIO PERSONAL. LOS VUELCO EN ESTA PLATAFORMA PORQUE ESTOY ENCANTADA DE COMPARTIRLOS Y ESTOY FELIZ Y AGRADECIDA POR LOS AMIGOS QUE SIGUEN MI HISTORIA.
GRACIAS A TOD@S

DICIEMBRE 25

"Isaac estaba entusiasmado con el giro que había dado mi vida con la aparición de una tía totalmente desconocida y el descubrimiento de una familia, que creíamos no haber tenido nunca. A Sara la mantuve al margen de todo hasta que tuviera algo claro que contarla. Compartí mis inquietudes y mis ilusiones sólo con mi amigo. Mi tía volvió a aparecer en la cafetería del instituto en la fecha establecida con su aire enigmático y esa manera de caminar y de hablar que llenaban todo el espacio. Así es como me enteré que no solamente tenía dos tías nuevas, también tenía primos y primas. En realidad, mi interés estaba centrado más en los progenitores de mi padre que en su descendencia. No obstante, todo cuanto descubría sobre mi familia emergente me resultaba revelador y novedoso. Hablar del presente parecía fácil. Encontrar el modo de hurgar en el pasado era lo complicado, pero no pensaba renunciar a ello".

sábado, 11 de marzo de 2017

DICIEMBRE 24

Llegó puntual, sobria y elegante. Desde luego si se habían criado en la pobreza o la decadencia había superado aquella etapa. Era más joven que mi padre, de echo debía ser una niña cuando mi padre abandonó su hogar paterno. Nos sentamos en la cafetería del instituto y charlamos durante un rato largo sin entrar en ningún tema delicado. Hablaba suave, pausado, con una seguridad y aplomo que la hacían, si cabe más hermosa. No sé si había una historia de sobresaltos y frustraciones en su vida, pero en su mirada no había rastro de odio ni de rencor. ¿ Qué tenían en común mi introvertido y asocial padre con aquella dulce criatura? Mientras la escuchaba me juré que tenía que conseguir que ese no fuera el primer y último encuentro. Tenía tanta ansia por saber cosas de mi familia que tenía que hacer un esfuerzo sobre humano por contenerme. No quería. bajo ningún concepto, apabullarla y provocar que se marchara. Dejó de hablar. Dijo tener prisa sin darme tiempo a réplica. Se marchó, no sin antes pedirme una segunda entrevista. Claro, dije, sintiéndome muy pequeño y estúpido. Acababa de darme cuenta de que no había abierto la boca en más de 45 minutos de reloj. Quedamos para la semana siguiente. Esa vez iría preparado. Tenía que preguntarle, que indagar… necesitaba respuestas.

jueves, 9 de marzo de 2017

DICIEMBRE 23

"Afortunadamente, antes de aparecer mi padre en aquella primera conversación en la cocina, mi tía me había dado una tarjeta con sus datos. La llamé por teléfono. No fue fácil dar con ella. Llegué a pensar que la tarjeta era un truco barato más propio de timador que de alguien honesto que quiere recuperar el tiempo perdido. Tras varios intentos, logré hablar con ella y concerté una cita en Condado de Hoyos, donde asistía a mis clases de instituto. No quería contárselo a nadie. Por una parte, mi hermana no estaba lo suficientemente centrada como para asumir temas importantes para la familia y por otra parte, contárselo a mi amigo quedó descartado, pues eran tantos mis temores de que no apareciera y de que ese posible vínculo con la familia de mi padre desapareciera para siempre que pensé que verbalizar mis expectativas podría gafar aquel encuentro. Apareció".

DICIEMBRE 22


"Las conversaciones con mi padre eran escasas o inexistentes, pero me armé de valor y abordé el tema de la tía Elisa. Quería saber si teníamos más familia y por qué no lo habíamos sabido nunca. Me rehuía. Sabía que quería respuestas. Ya no era un crio pequeño al que pudiera despedir con un “cosas de mayores”.  No conseguí sacarle nada en claro salvo que tenía dos hermanas (exactamente igual que mi madre) y que se marchó de su casa familiar muy joven a ganarse la vida. No hacía falta que me explicara que debían vivir en condiciones penosas. Eso lo di por sentado. Pero la pobreza y el cariño no están reñidas así que quise saber más y mi padre no iba a ser mi mejor fuente. Opté por intentar localizar a la tía Elisa. Tenía que volver a verla".


miércoles, 8 de marzo de 2017

DICIEMBRE 21

"Me llamo Elisa, dijo a modo de presentación, y me gustaría poder hablar con tu padre. Estaba dispuesta a echarla sin contemplaciones, pero algo me dijo que tenía que conocer a esa mujer. Había algo en ella que me agradaba. De mediana edad (eso que llaman ni joven ni mayor), vestía sobria y elegante. Tenía la mirada limpia y no parecía estar acostumbrada a sonreír, aunque intentó una mueca de amabilidad para que no le cerrara la puerta sin darle la oportunidad de expresarse. Soy su hermana, dijo viendo que me costaba reaccionar. Me sentí como un estúpido, allí delante de ella, sin mediar palabra y mirándola atónito como si hubiese dicho que era de Marte.

¿Mi padre tiene familia?, es todo cuanto pude decir, sin dejar mi estado de estupefacción. Mi padre no estaba y mi hermana estaba en su cuarto enganchada al ordenador, como venía haciendo ya hacía tiempo. La hice pasar e hice de anfitrión ofreciéndola un café. Prefirió un té, como me supuse que haría. A mamá también le gustaba el té. Me gustaba esa mujer que decía ser mi tía. Hablamos durante más de una hora hasta que llegó papá. Elisa dijo haber venido a ver a mi padre, sin embargo, cuando oyó el timbre y dije que sería él, ella se asustó y comenzó a removerse inquieta en la silla. Mi padre entró en la cocina, donde estábamos tomando nuestro segundo té, se la quedó mirando y la pidió, sin levantar la voz, que abandonara la casa". 

martes, 7 de marzo de 2017

DICIEMBRE 20

"Isaac había nacido en Nueva York. Sus padres eran empresarios que se habían hecho a sí mismos. Cruzaron el Atlántico recién casados con una maleta de madera casi vacía. Los comienzos no fueron fáciles pero su instinto comercial les impulsó rápidamente. Habían tenido a Isaac ya mayores; la verdad es que parecía su nieto más que su hijo. Isaac presumía de sus orígenes. Al parecer, sus antepasados vivieron en Toledo y aún guardaba un antiguo legajo que lo demostraba y que, incluso, hablaba de la localización de su casa. Decidimos investigar sus raíces toledanas. Sabíamos que era complicado, no obstante, asumimos la difícil empresa de encontrar el lugar donde habían vivido sus trastatarabuelos.
Centrado como estaba en la vida de mi amigo, tenía un poco olvidada la mía. Es por esto que me pilló totalmente desprevenido la visita de una señora que dijo ser mi tía, hermana de mi padre. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que mi padre nunca había hablado de su familia. No sé si dimos por hecho que no la tenía y que era huérfano o que sencillamente abandonamos el asunto sin indagar ni cuestionarnos nada. Lo cierto es que mamá nunca habló de ello. Nunca hubo comidas familiares con los abuelos paternos, ni intercambios de regalos navideños con la familia de mi padre. Nos habíamos acostumbrado a ser una familia que cojeaba de un lado. Tras la muerte de mamá también perdimos a la familia materna -nunca supe por qué-, quedamos así minusválidos de familia, en un hogar frío y desnutrido de cariño".

lunes, 6 de marzo de 2017

DICIEMBRE 19

"Mi hermana protestaba incansablemente cada vez que Isaac venía a casa. Hacíamos caso omiso a sus quejas. Aburrida de que la obviáramos, se encerraba en su cuarto y nos obsequiaba con su silencio durante horas. De nada la servía pues Isaac pasaba cada vez más tiempo en casa. En consecuencia, cada vez que venía mi amigo a Sara se la tragaba la tierra.  Solíamos estudiar juntos y, con frecuencia, se quedaba a cenar. No escuchar los penosos e insistentes lamentos de Sara era una de las razones por las que invitaba a Isaac a trabajar en casa, pero el otro motivo era que su ayuda en física y matemáticas era inestimable. Tenía una paciencia increíble e infinitos recursos para explicar las mismas cosas que en clase parecían enigmas inexplorables. En palabras de Isaac todo parecía más fácil. Solía decirme, ante mis constantes lamentaciones por lo difícil que me resultaban las matemáticas, que el problema no era yo sino el método que utilizaba el profesor para explicárnoslo. Aunque no fuera cierto del todo, mi autoestima sufría un agradable impulso y llegué a creerme que las mates se me daban bien, pues explicado por mi amigo nada se me resistía".

1250

sábado, 4 de marzo de 2017

DICIEMBRE 18

"El instituto me aburría cada vez más. Además, me parecía penoso lo insufrible que le resultaba a Isaac. A pesar de que yo le defendía siempre que estaba a mi alcance, cuestión que me trajo más de un problema y no pocos enemigos, mi amigo, por ser judío (o a saber por qué motivos) sufría los insultos y desprecios de la típica pandilla que no tiene otra cosa mejor que hacer que molestar. Se me ocurrió que la mejor forma de afrontarlo, ya que la inteligencia no es un arma arrojadiza contra borregos musculados, era ponernos a su altura. Es así como empezó el plan de fortalecimiento muscular. Comenzamos a ir al gimnasio. Al principio un par de veces en semana, después prácticamente a diario. Resultó que nos gustaba. Nos vigorizaba no solo los músculos, también el ánimo. Allí conocimos a Micaela. Entrenaba duro. Se estaba preparando para competir seriamente. Salía a correr día sí y día no. Pronto formamos un equipo. Su especialidad era el salto de longitud y la carrera corta, pero practicaba de todo un poco, desde spinning hasta kick boxing. Su fortaleza física y mental, metida en un cuerpo delgado y compacto, nos impresionó a los dos. Creo que ambos deseábamos ser como ella. Yo me reía pensando que la podíamos llevar al insti y achuchársela a aquellos lechuginos que se creían matones de medio pelo de película mediocre de esas que solo gustan a adolescentes de cabeza hueca y puños ligeros".

viernes, 3 de marzo de 2017

DICIEMBRE 17


"A Sara parecía no gustarle mucho mi nuevo amigo. Le recibió con una espantosa cara agria, que la afeaba sobremanera, el primer día que le llevé a casa. A mi padre le resultó indiferente, que no era poco. Desde entonces, Isaac, que así se llamaba mi amigo, frecuentó mi casa. Hacíamos trabajos juntos y charlábamos de temas de sociedad y de política. Estos temas de conversación nos alejaban brutalmente de los chavales de nuestra edad. Mi amigo tenía un coeficiente de inteligencia superior a la media. Yo no sabía nada de mi coeficiente; tampoco sabía muy bien qué diantres significaba y en qué consistía.
 Cuando yo era pequeño mamá siempre decía que era más listo que un conejo. Isaac era ciertamente muy inteligente, así que su compañía era además de interesante un auténtico reto para mí. A mi amigo le interesaban mucho los libros, daba igual que fueran de literatura o densas obras ensayo en busca de respuestas a preguntas universales o incluso a preguntas que nadie en su sano juicio se haría. Siempre le encontraba leyendo, ya fuera en el ordenador o sentado en un rincón enganchado a una revista de divulgación científica. Yo necesitaba aportar mi propia identidad a esa relación así que busqué entre mis intereses qué podía complementar a Isaac para que valorara mi amistad. Probé con el deporte".

jueves, 2 de marzo de 2017

DICIEMBRE 16

"El instituto me agobió desde el primer instante. Tantas ganas que tenía de salir del pueblo. Tantas esperanzas que tenía en salir del agónico y fantasmagórico pueblo en el que me crie y allí estaba en el insti (en una gran ciudad, al menos comparada con mi minúsculo pueblo), deseando que pasara el tiempo sin más pretensión que sobrevivir. No tenía especiales dificultades ni con los profesores ni con los compañeros; siempre tuve facilidad para pasar desapercibido, cosa que no siempre me agradaba, pero en el instituto pasar sin ser visto era prácticamente un regalo. A pesar de todo no disfrutaba de mi nueva etapa. Era como si me hubiese salido del guion y aquel no fuera mi sitio.
Me hice amigo íntimo de un chico enclenque y larguirucho de pelo rojizo. Era judío y hablaba un castellano muy particular. Se acercó a mí uno de los primeros días del curso al salir de las clases. Se me cayeron los dichosos libros y me ayudó a recogerlos. Casi instantáneamente nos enzarzamos en una conversación sobre los emigrantes y la Europa de la Comunidad Europea. Sabía tanto sobre el asunto que me desbordaba. Más tarde supe que sabía de ese tema y de muchos más; era una auténtica enciclopedia andante. Me encantaba su forma de argumentar y sus reflexiones. Desde entonces se me pegó como una lapa y yo estaba encantado. No sé por qué me cayó tan bien, tal vez era porque le rechazaban todos en el instituto. Qué le vamos a hacer, me van los casos difíciles". 

miércoles, 1 de marzo de 2017

DICIEMBRE 15

"En mi búsqueda de respuestas para entender a mi hermana se me pasó por la mente que para las actuaciones de mi padre también tenía que haber estudios sicológicos. Encontré en un artículo de prensa un texto que hablaba de la imposibilidad de expresar las emociones que padecían al menos 10% de la población mundial. Si mi padre padecía de alexitimia o no, no lo tenía claro, pero al menos se acercaba a una respuesta lógica a lo que habíamos vivido desde que nacimos. Que su ausencia de cariño tuviera una explicación científica no era de gran consuelo, pero en cierto modo, me reconfortaba.

Desde pequeño siempre soñé con historias fabulosas y vidas complejas. Pensaba que la gran aventura de la vida consistía en tener una familia estrambótica, peculiar, que fuera de todo menos corriente y aburrida. La mente calenturienta y fantasiosa de un niño pedía a gritos historias de superhéroes. Que no habría dado yo, tras la muerte de mi madre, por haber tenido una familia y una vida “normal”. Esa normalidad tan poco frecuente y tan escasamente valorada. Una madre que te persiga porque no te lavas las manos, que te castiga sin tardes de juego por no hacer las tareas del cole, que te limpia las burriagas con la punta de un pañuelo viejo; una hermana tontorrona y mimosa que se chiva de todas tus fechorías, que te quita los cromos o te pinta en tus cuadernos; un padre que vuelve del trabajo y aún le quedan ganas de bromear contigo, que se enfada con mamá porque te consiente demasiado, que organiza excursiones para ir al río con los primos de Cuenca…"