"¿Comprenderían
mi padre y mi hermana que me marchara durante más de dos meses? ¿Cómo se las
arreglarían mi hermana y mi padre sin mí? ¿Me daría tiempo a conocer a mis
abuelos antes de irme? ¿No sería egoísta por mi parte marcharme para pasar el
verano con mi amigo haciendo lo que me hacía feliz sin importarme como quedara
mi familia en casa? ¿Tenía derecho a perseguir mi sueño? Desde la pérdida de mi
madre no había sentido tanta presión. Apenas me llegaba el aire a los pulmones.
Yo escogí, sin proponérmelo, el papel del responsable de la familia, el guía,
el administrador, el mediador… Demasiados cargos para un chaval que aún no se
había despegado de sus ensueños infantiles. Demasiada responsabilidad para un
crio cuya máxima aspiración era ir al cine y dar collejas a su hermana pequeña
apenas un par de años atrás".
No hay comentarios:
Publicar un comentario